Páginas

viernes, 7 de octubre de 2011

preguntas y respuestas sobre mi novela

1.- ¿Después del ritmo trepidante y los “decibelios” literarios de una novela tan extrovertida como “Lo verdadero es un momento de lo falso”, crees  que habrá lectores que se sorprendan de esta novela de búsqueda de silencio y de espacios interiores?
   Creo que la novela va a sorprender a mucha gente porque aparentemente no se parece en nada a las anteriores. Es una novela mucho más trabajada y creo que es mi mejor novela. He perdido la frescura y la inocencia del principio, pero he ganado en habilidad narrativa y en capacidad de construir personajes. Solo a partir de los cuarenta años puedes hablar de temas tan complejos como las relaciones de sumisión y dominación. La documentación que se me exigía para tratar historias reales y llevarlas a mi terreno también exigía mucho trabajo. Casi todo lo que cuenta la novela ha pasado en la realidad,  y para entender qué había movido a las víctimas a inmolarse por propia voluntad tuve que hacer mucho ejercicio de instrospección, y de ponerme en el lugar del otro.

2.- Hay una sensación de novela-dique: hay una gran contención de las emociones en los personajes, los terremotos son interiores. Callan más de lo que cuentan. ¿Hay ahí una búsqueda propia del silencio, incluso narrativo?
Por algo se llama “ El contenido del silencio” porque hay mucho más en lo que no se dice que en lo que se dice. Pero creo que eso también  pasa en la vida misma. La clave que define a cualquier individuo, a ti, a mí, al lector que lee esta entrevista, es su secreto más íntimo, aquello que no quiere revelar.

3.- Están presentes en el libro temas que han ido apareciendo a lo largo de tu obra: la complejidad de la identidad sexual, la relatividad moral en las relaciones afectivas de cualquier tipo, la huida física que se convierte en viaje interior...  ¿Dirías que esta novela compendia mucho de tu trabajo anterior? ¿Crees que hay algunos conceptos que has revisado en estos años?
Yo no “reviso” conceptos de una forma consciente. Yo saco a la luz mis obsesiones y trabajo sobre ellas. Pero eso lo hace cualquier artista que se precie de serlo: Almodóvar, Chabrol, Javier Marías, Margaret Atwood… Dame el nombre que quieras de un autor que tenga una trayectoria larga y sólida y verás que sus temas se repiten.

4.- A diferencia de otros libros tuyos, aquí las relaciones sexuales son bastante elípticas (creo que hay una eyaculación en 400 páginas), o incluso no llegan a darse. ¿Esa mirada más desenfocada del sexo indica una etapa de menor vulcanismo sexual en tu obra?
Ni idea. En la anterior novela “ Lo verdadero es un momento de lo falso” había muchísimo sexo, en descripciones muy detalladas pero a la vez muy poéticas. Aquí es cierto que solo hay una escena… La respuesta al por qué debería dártela un psicoanalista.

5.- Tras la lectura de esta novela uno tiene la sensación de que palabras como bisexual, heterosexual, homosexual... resultan imperfectas porque hablan de sexo en lugar de hablar de afectos. Lo que une a Cordelia y Helena es mucho más complejo que eso. ¿Se nos ha quedado obsoleto el lenguaje?
Cordelia y Helena son dos personas que han vivido traiciones serias en su familia y que deciden construirse una familia alternativa. Su relación es de hermanas.  Y en un momento dado deciden incluir a Martin  en su familia. En cuanto a las relaciones que mantienen el resto de los personajes son más bien relaciones de sumisión y dominación que de amor. Heidi, la líder de la secta, seduce a Cordelia desde la manipulación, igual que Patricia a Gabriel.  Solo el amor que Gabriel siente por Helena me parece puro: es un amor que no exige nada de Helena pero que está dispuesto a dar mucho por ella.

6.- Un asunto que es marca de la casa son las relaciones a tres. Esta es una novela llena de triángulos emocionales: Heidi-Cordelia- Ullrike   Helena-Cordelia-Gabriel   Helena-Cordelia-Martin  Gabriel-Helena-Patricia  Gabriel-Helena-Virgilio...  ¿Las relaciones entre dos, son demasiado aburridas?
De hecho, uno de los primeros títulos iba a ser “ Una historia de misterio y triángulos” . De nuevo, la respuesta a esta obsesión la debería dar un psicoanalista.

7.- En un cierto momento, se hace un paralelismo entre la manera en que opera una secta -absorbiendo y asilando a la persona- y la forma de actuar de la dulce novia formal de Gabriel... ¿hay más sectas a nuestro alrededor de las que están tipificadas legalmente?
 Bueno, yo considero que La Cábala, La Cienciología,  Los Kikos, los Legionarios de Dios y el Opus  Dei actúan como verdaderas sectas y sin emebargo a nivel legal no lo son. Yo creo que en el concepto original de secta como “ conjunto de seguidores que siguen CIEGAMENTE a un líder” lo importante de la definición es el adjetivo: ciegamente. En la novela se hace un paralelismo entre la relación de Gabriel con su novia, la de Virgilio en el marco de su secta ultracatólica, la de Cordelia con Heidi, y la de los seguidores del Tercer Reich. En todos los casos un individuo es manipulado para que reniegue de sí mismo y se entregue “ciegamente”. Creo que determinados partido políticos en nuestro país ya empiezan a actuar como sectas, la verdad. Pero en la novela lo que se intenta explicar es de qué manera una persona puede manipular a otra para anular su voluntad y su personalidad.

8.- Patricia representa el matrimonio convencional. Una chica almibarada, tirando a pegajosa, que anula a Gabriel. ¿Es el matrimonio clásico la peor opción de vida posible para realizarse uno plenamente?
Me parece que sí. El matrimonio, a la manera clásica, se entiende como una relación de dependencia y obligación, incluso legalmente hablando, con lo cual se entiende que los dos cónyuges están ahí porque “deben estar” no porque deseen estar. No en vano la etimología de la raíz latina de “conyuge” significa “uncido por un yugo”
La dependencia puede  es el principal enemigo de la felicidad, de la plenitud y de la posibilidad de autorealización.  Pero hay muchos que, como Gabriel, eligen instalarse en relaciones de dependencia porque, como Gabriel,  desean mantenerse bajo la custodia protectora de otra gente y recibir los beneficios que reciben los niños pequeños porque no son responsables de su propio comportamiento. O porque así  pueden culpar a los demás de sus propias deficiencias. O porque no habrá necesidad de que tomen decisiones ni hagas elecciones por sí mismos. Sigues el modelo que te presenta tu padre o madre, tu cónyuge o el líder de tu secta o de tu partido: Mientras pienses lo que ellos piensan y sientas loque ellos sientan, no habrá necesidad de determinar lo que tú sientes o piensas. Simplemente es mucho más fácil ser uno de los que siguen que ser un líder. Siempre será más sencillo que correr todos los riesgos que implica el ser tu propia persona.


9.- Tampoco sale muy bien parado el estamento eclesiástico. Al final hablas de personajes como Maciel. ¿Debería un individuo siniestro como Maciel haber ido a la cárcel? 
Por supuesto que debería haber ido a la cárcel y es una vergüenza para el Vaticano que un pedófilo que abusó de sus propios hijos y de numerosos seminaritas , un polígamo ( se casó tres veces con tres mujeres diferentes) , un estafador ( tenía cinco pasaportes con cinco nombres diferentes) y un ladrón ( le dejó a su primera mujer un capital de diez millones de euros y a la otra seis millones de dólares que había malversado de las donaciones hechas a Los Legionarios para obras benéficas) muriera en una urbanización de lujo, rodeado de comodidades.  El paralelismo que se establece con Otto Muehl, el líder de la secta de El Cabrito ( una de las historias reales en las que se basa esta novela), que al final acabó en la cárcel cuando se probó que abusaba de menores es evidente: el Vaticano actúa en paralelo a la ley, y protege a los suyos. Y conste que yo he sido católica ferviente, pero me aparté de la Iglesia precisamente por temas como éste. Aún así, sigo sintiendo enorme simpatía por los jesuitas, los teólogos de la liberación y otros católicos que aún se esfuerzan por vivir el mensaje original de Cristo.


11.- Y de toda la cuestión de los nazis y su presencia nunca del todo clarificada en España, especialmente en canarias... ¿qué es lo que más te ha sorprendido al documentarte para la novela?
 Yo siempre había sabido lo de la presencia nazi en Canarias, como lo saben todos los canarios. Creo que será el lector el que se sorprenda cuando sepa que por lo menos hubo cien mil asesinos nazis que se retiraron a vivir en España con la complicidad y el apoyo del Gobierno Español, y cuando descubra la extraña historia de la casa Winter, real pero muy poco conocida por los peninsulares.

12.- ¿Hay dos Lucía Etxebarría: la mujer social ruidosa que llama la atención allá por donde pasa y la mujer vuelta hacia adentro que busca el silencio en lugares como Fuerteventura? ¿O son la misma?
Más quisiera yo que llamar la atención por dónde paso, la verdad. No me veo así para nada.  Para escribir ( y no digamos ya para escribir una novela tan introspectiva y tan larga) se requiere mucha concentración, mucho silencio.

13.- Si son la misma una y otra... ¿no hay tensiones internas entre ellas? ¿La dualidad no implica una lucha permanente y un riesgo de insatisfacción?
Ojalá solo fuera dualidad. Yo tengo miles de mujeres viviendo dentro de mí. Y sí, soy una eterna insatisfecha, pero me siento insatisfecha de estar insatisfecha, lo que significa que me estoy quitando.

14.- En el desenlace del libro muestras el final de los hilos, pero no los atas. Es un final muy coherente... ¿pero no te tentó dejar las cosas algo más “arregladas”?
Si hubiera dejado las cosas más arregladas, es decir, si hubiera acabado con una historia de amor convencional, hubiera hecho una novela quizá más comercial, pero nada literaria. La literatura plantea preguntas, no debe dar todas las respuestas cerradas.

15.- Dice Gabriel al final una frase rotunda que suena a aprendizaje de vida: “Cuando todo se ha perdido, todo se ha ganado”. En estos 15 años que han pasado desde la publicación de “Amor, curiosidad, Prozac y dudas... ¿qué crees que has perdido y qué has ganado?
He ganado once kilos y he perdido un padre.