1. Esta historia con base real le ha servido para
adentrarse de lleno en el género de la novela negra. ¿Partió de entrada con
ciertos recelos en un género que tiene tantos y tantos especialistas o más bien
le supuso un reto?
En
realidad yo me planteaba hacer más algo parecido a lo que hacía Patricia
Hisghsmith, que es una de mis autoras favoritas. Es decir, hay un misterio, hay
un crimen, pero la resolución no es lo más importante, en realidad. Lo
importante es la trama psicológica, en entender a los personajes y sus
motivaciones, incluso las más oscuras
2. Pese a que es una novela negra, su estilo está cien
por cien presente. ¿Esto demuestra que podría abordar cualquier género
literario con la garantía de que sus lectores seguirían encontrando a la Lucía
Etxebarria más genuina?
Supongo
que te refieres a qué en todos mis libros se indaga mucho en el pasado y en las
motivaciones profundas de los personajes, y que siempre se habla de historias
en las que hay mucha pasión y mucho conflicto. Ahora me estoy planteando hacer
una novela de adolescentes y una obra de teatro así que sí, me interesa tocar
géneros muy diferentes. Me gusta experimentar, pero esto lo aplico a todos los
campos de la vida: literatura, amor, cocina, lo que sea.
3. Ha realizado una densa labor de documentación.
¿Hasta qué punto le ha servido para enhebrar esta trama donde el mundo de las
sectas y los nazis tienen mucho que ver?
Las
sectas y los nazis tienen mucho que ver porque el nazismo como ideología deriva
precisamente de un movimiento sectario. Y los métodos de propaganda del
movimiento nazi, y el lavado de cerebro colectivo que aplicaron, son claramente
sectarios ( Lo mismo se puede decir del estalinismo y el maoísmo, por cierto).
Las sectas utilizan con sus acólitos sistemas de lavado de cerebro y
desprogramación de la voluntad, y los sistemas totalitarios aplican los mismos
esquemas y consignas, a gran escala. Me he documentado mucho sí. Pero ten en
cuenta que la novela al fin y al cabo está basada en hechos reales.
4. Usted reconoce que lo que le ha llevado a escribir
esta novela es buscar respuestas a la pregunta: ‘¿qué es lo que lleva a una
persona adulta a ingresar en un grupo sectario?’. ¿Podrán los lectores
encontrar la respuesta en su libro?
Estoy
segura de que sí. Y entenderán que a cualquiera , a cualquiera, le puede captar
una secta. Basta con que el contacto se establezca en un momento en el que el
potencial captado se halle vulnerable psicológicamente, tras una pérdida grave
o un cambio profundo en su vida. Cuando hablo de sectas no me refiero solo a
Los Niños de Dios o la Cienciología. Movimientos católicos como los Legionarios
de cristo o el Opus Dei también son grupos sectarios. Y antes de que levante
ampollas lo que digo, he de dejar claro que yo respeto enormemente el
catolicismo y el mensaje original de Cristo, y me he criado en una familia profundamente
católica.
5. El amor y la seducción se van cruzando entre los
personajes. ¿Es esta segunda temática una dura prueba para alcanzar la primera?
¿por qué?
La
seducción es imprescindible para iniciar una historia de amor, está claro. Pero
debe ser una seducción mutua. Cuando la
seducción parte de un seductor que no busca una historia de amor sino manipular
a alguien para utilizarlo, hablamos del ataque de un psicópata o un perverso
narcisista, que busca una víctima, no alguien a quien amar. En esta novela se
cruzan historias de amor desinteresado con historias de manipulación desde la
seducción. El protagonista, Gabriel, por ejemplo, se enamora de Helena con un
amor muy puro, completamente desinteresado, sin esperar nada de ella. El amor
que pide a cambio de entregarse no es amor,
es manipulación.