Páginas

miércoles, 2 de noviembre de 2011


1.   Esta historia con base real le ha servido para adentrarse de lleno en el género de la novela negra. ¿Partió de entrada con ciertos recelos en un género que tiene tantos y tantos especialistas o más bien le supuso un reto?
En realidad yo me planteaba hacer más algo parecido a lo que hacía Patricia Hisghsmith, que es una de mis autoras favoritas. Es decir, hay un misterio, hay un crimen, pero la resolución no es lo más importante, en realidad. Lo importante es la trama psicológica, en entender a los personajes y sus motivaciones, incluso las más oscuras

2.   Pese a que es una novela negra, su estilo está cien por cien presente. ¿Esto demuestra que podría abordar cualquier género literario con la garantía de que sus lectores seguirían encontrando a la Lucía Etxebarria más genuina?
Supongo que te refieres a qué en todos mis libros se indaga mucho en el pasado y en las motivaciones profundas de los personajes, y que siempre se habla de historias en las que hay mucha pasión y mucho conflicto. Ahora me estoy planteando hacer una novela de adolescentes y una obra de teatro así que sí, me interesa tocar géneros muy diferentes. Me gusta experimentar, pero esto lo aplico a todos los campos de la vida: literatura, amor, cocina, lo que sea.

3.   Ha realizado una densa labor de documentación. ¿Hasta qué punto le ha servido para enhebrar esta trama donde el mundo de las sectas y los nazis tienen mucho que ver?
Las sectas y los nazis tienen mucho que ver porque el nazismo como ideología deriva precisamente de un movimiento sectario. Y los métodos de propaganda del movimiento nazi, y el lavado de cerebro colectivo que aplicaron, son claramente sectarios ( Lo mismo se puede decir del estalinismo y el maoísmo, por cierto). Las sectas utilizan con sus acólitos sistemas de lavado de cerebro y desprogramación de la voluntad, y los sistemas totalitarios aplican los mismos esquemas y consignas, a gran escala. Me he documentado mucho sí. Pero ten en cuenta que la novela al fin y al cabo está basada en hechos reales.

4.   Usted reconoce que lo que le ha llevado a escribir esta novela es buscar respuestas a la pregunta: ‘¿qué es lo que lleva a una persona adulta a ingresar en un grupo sectario?’. ¿Podrán los lectores encontrar la respuesta en su libro?
Estoy segura de que sí. Y entenderán que a cualquiera , a cualquiera, le puede captar una secta. Basta con que el contacto se establezca en un momento en el que el potencial captado se halle vulnerable psicológicamente, tras una pérdida grave o un cambio profundo en su vida. Cuando hablo de sectas no me refiero solo a Los Niños de Dios o la Cienciología. Movimientos católicos como los Legionarios de cristo o el Opus Dei también son grupos sectarios. Y antes de que levante ampollas lo que digo, he de dejar claro que yo respeto enormemente el catolicismo y el mensaje original de Cristo, y me he criado en una familia profundamente católica.

5.   El amor y la seducción se van cruzando entre los personajes. ¿Es esta segunda temática una dura prueba para alcanzar la primera? ¿por qué?
La seducción es imprescindible para iniciar una historia de amor, está claro. Pero debe ser una seducción mutua. Cuando  la seducción parte de un seductor que no busca una historia de amor sino manipular a alguien para utilizarlo, hablamos del ataque de un psicópata o un perverso narcisista, que busca una víctima, no alguien a quien amar. En esta novela se cruzan historias de amor desinteresado con historias de manipulación desde la seducción. El protagonista, Gabriel, por ejemplo, se enamora de Helena con un amor muy puro, completamente desinteresado, sin esperar nada de ella. El amor que pide a cambio de entregarse no es amor,  es manipulación.